Nunca me he sentado a analizar en profundidad el método de elección de mistemáticas.
A veces me cuesta distinguir si yo elijo los temas o ellos me eligen a mi. Es cierto que nunca me cogen por sorpresa, siempre son cosas que llevan tiempo rondándme, hasta que un día cobran tanta fuerza y tanto sentido dentro de mí, se convierten en elgo tan omnipresente, que ya no puedo pensar en pintar otra cosa.
Supongo que muchos pintores buscamos refugio en nuestros héroes y maestros cuando estamos desorientados, cuando no sabemos bien por dónde seguir o simplemente cuando nos toca uno de esos días en los que un pincel es un instrumento extraño en nuestra mano. Es en ellos donde yo encuentro las razones si me faltan, todas y aún más, también la convicción, la valentía. Sus obras son una ventana a la historia, una lección magistral de técnicas y procedimientos, pero sobre todo, sus obras son un detonante, disparan una emoción que me alumbra por dentro, un arranque desconocido, un incontrolable deso de pintar y el esperanzado afán de logara alcanzarlos minimamente, de conseguir ser también un detonante, quién sabe, quizás un día.
Esta exposición está pintada desde el más absoluto respeto. No he buscado imitarlos sino, simplemente, dejar fluir esa alegría, sucumbir al capricho de bucear en sus cuadros e imaginar que, de alguna forma, los hacía un poco más míos.
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